viernes, 16 de septiembre de 2011
Carrera demente.
Mis clases a veces son como ese episodio de Alicia en el que se encuentra con una variedad de pájaros mojados y un ratón susceptible. Las cosas comienzan costosamente y a veces todo transcurre en calma aunque raramente llegamos a buen puerto. Los pájaros corren y agitan sus plumas, alguien recita un aburridísimo libro de historia. Alguien arroja un lápiz y todos tratamos de separar a los dos que se están por agarrar a piñas. Después, de algún modo, se calman las aguas y muchos logran terminar el trabajo práctico. Junto unas cuántas hojas de carpeta y me voy a casa pensando que en mis clases sí que vuelan muchas moscas.
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