El tumulto del corazón
sigue haciendo preguntas.
Y entonces se detiene para responder
en el mismo tono de voz.
Nadie nota la diferencia.
Sin inocencia estas conversaciones comienzan,
y luego ocupan los sentidos,
aunque no querían hacerlo del todo
y luego no hay sentido;
hasta un nombre
y todas sus connotaciones son las mismas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario