jueves, 10 de febrero de 2011

Historia, breve, de la basura

Corría la década del noventa, yo vivía aún en casa de mis padres, cuando una tarde un chico golpeó a la puerta.  Vendía bolsas de basura de color verde para la basura orgánica y negro para plásticos, vidrio y reciclables.  Me pareció buena idea y sin vacilar le compré dos paquetes de bolsas de ambos colores.  Pero cuando le conté a mi familia se doblaron de risa y me informaron que había sido burdamente engañada.  Nadie, nadie separa la basura y el color de la bolsa es un detalle sin la menor importancia.  Era verdad, tuve que admitirlo,  y no pasó mucho tiempo para que usáramos las bolsas blanquitas de los hipermercados para sacar nuestros desperdicios a la calle.
Hacia el año 2000 tuvimos que tomar nota del creciente número de cartoneros y vimos como miles de personas debía abrir una a una las bolsas de basura; aún así, en el interior de las casas continuamos tirando todo junto como siempre.
En el 2005 supe que existía algo llamado CEAMSE.  Básicamente era una empresa que se dedicaba a enterrar basura en distintos lugares de la provincia de Buenos Aires.  Lo supe porque había corrido la noticia de que un chico había sido asesinado dentro en uno de los predios de ese gigantesco basurero ubicado en José León Suarez.  El chico se llamaba Diego Duarte, tenía unos quince años y había entrado de noche al predio del CEAMSE a cartonear cuando la seguridad había hecho que una máquina le arrojara encima unas cuantas toneladas de basura.  Había muerto asfixiado y lo que era aún más escalofriante, su cuerpo  había desaparecido en el basural.  Recuerdo haber pegado afiche en la escuela, su familia reclamaba justicia.
El año pasado, Alicia Dujovne Ortiz escribió su historia.  Hoy, Diego continúa desaparecido y el CEAMSE continúa enterrando basura, aunque ahora permite que los cartoneros entren una hora por día en una loca lucha contra el tiempo y los palos de la policía para sacar lo que puedan de toda esa hedionda mezcolanza.  Apenas algunas plantas de reciclaje surgen aquí y allá, en manos de ONGs, punteros , personal del propio CEAMSE para rescatar algo de la incalculable basura industrial que puede ser reciclada.  Nosotros, seguimos sin separar la basura y ellos siguen matando gente.