Terminé de leer la última novela de César Aira mientras esperaba el tren a Suárez bajo el sol quemante de la mañana en el andén provisorio de la estación. (Tuvieron que morir 51 personas para que pusieran un lindo tren a J.L. Suárez, pensaba mientras buscaba en vano algo de sombra a lo largo de los tablones grises, interminables)
Terminé de leer El testamento del Mago Tenor que así se llama el libro y quedé deslumbrada por el desenlace. Es brillante que la novela tenga su parte más brillante precisamente en el final. (Y por eso no puedo contar ni citar lo que me deslumbra del texto) Solo voy a citar, de memoria, una frase:
"El fantasma de una mujer es el hombre de esa mujer"
Sintagma que a mí me gusta pensar como "El fantasma de una mujer es el hombre que hay en esa mujer."
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