Después de las elecciones del domingo solo resultaron dos precandidatos felices: Cristina, la reina, y el no siempre bien ponderado Jorge Altamira, devenido star de twitter y de los programas periodísticos. El resto todavía no sabe qué les pasó por encima.
Ayer en la escuela una profesora de lengua que había recibido mi volante del FIT con un respetuoso "yo ya sé a quien voy a votar pero dámelo igual" entra a la sala de profesores y me pregunta si no tengo otro de esos "porque tenía unos párrafos tan bien escritos para enseñarles a los chicos los conectores del discurso"
Así y todo lo que me resulta un poco desconcertante es que la campaña electoral, ay, no terminó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario