Escucho a mis hijos hablar inventando la lengua. Escucho a mis padres contar historias sin fin de cuando eran chicos. Escucho a mis hermanos decir cosas sin sentido común. Escucho a mis alumnos en su idioma que me es extraño. Escucho a mis jefes decir estupideces. Escucho a mi amor y me enamoro o me enfurezco. Afino mi oído para escuchar mejor mi deseo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario