Camino entre los bancos en la clase de logaritmos en 4° pero ya sabemos que las preocupaciones reales de los alumnos pasan por temas muy diversos al que intentamos proponerles.
_La profesora de Química me dijo que usted habló mal de mí ¿es verdad?_ me dice un alumno que a diferencia del resto del grupo ya tiene 18 años cumplidos. La afirmación me alcanza como un rayo. Recuerdo muy bien a la profesora de Química y no sé bien que pude haberle dicho salvo que dudaba seriamente de las capacidades intelectuales del alumno que ahora me acusa frente a todos.
_Yo no hablo mal de los alumnos. _ Respondo con rigidez e incomodidad. Nadie en el aula me cree.
_Además, _trato de contraatacar, _justo usted, alumno, me dice esto cuando se queja siempre y habla pestes de la profesora de Matemática del año pasado. Yo nunca hablo mal de nadie._ Insisto, creo que soné más convincente.
_Al menos ella sí era sincera_ me retrucan y opto por el silencio mientras evalúo qué hacer con esa desubicada de Química y decido que lo mejor es retirarle el saludo y no hablarle nunca más en lo que queda del año.
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