Tabula rasa... ¿estas ahí?

Estaba leyendo los  dos útlimos libros de Adrián Paenza de su larga serie Matemática... ¿estás ahí? en los que sigue sosteniendo que  la matemática que se enseña en la escuela no tiene nada que ver con La matemática y que no  hay nada que aprender o enseñar sino mucho que jugar.  Por supuesto apela constantemente a algo que él llama conocimiento intuitivo, o pensamiento puro, es decir, no "contaminado" por los condicionamientos escolares.  Lejos del constructivismo y de toda teoría didáctica de la matemática, Paenza sostiene que cada problema puede abordarse siempre desde un punto cero de conocimiento.  Dice, por ejemplo "El que sigue es un problema interesante porque no requiere 'saber nada' ni haber 'aprendido' nada.  Es un problema 'puro'." (La vuelta al mundo en 34 problemas y 8 historias.  Siglo veintiuno ed. Pág 25)  Cada problema, aunque haya sido resuelto, aunque sea ya un clásico, puede ser repensado desde el principio:  " Y aunqué sé que ya lo pensé antes, en lugar de tratar de recordar la respuesta anterior, prefiero enfrentarlo como si fuera uno nuevo y disfrutar el proceso de resolverlo." (pág 72)  La clave está en el como sí.  ¿Puede no haber nunca un saber previo?  Más cuando dice que sabe que ya lo pensó antes.

La teoría del conocimiento que sostiene Paenza es pues, algo esquemática pero los problemas son entretenidos y aunque el autor reitere que el placer está en el pensamiento sin importar si se llega o no al resultado, todas las soluciones aparecen prolijamente al final, como corresponde.